Ivan Toney: Brechas e hipocresía

A principios de esta semana, se publicaba una entrevista más que interesante en “The Diary of a CEO” con el futbolista internacional inglés Ivan Toney. Su vuelta a los campos de entrenamientos se producirá el próximo mes, pero seguirá sin ser elegible para jugar con el Brentford hasta el 17 de enero de 2024. Esta dura sanción se debió al incumplimiento de la normativa en materia de apuestas de la FA: un total de 262 infracciones (de las cuales 30 fueron posteriormente retiradas). Además de la multa económica correspondiente, la repercusión que ha tenido este hecho fue mayor al conocerse la acusación de la FA poco después de su debut con la selección inglesa en marzo del 2022.  

Ivan Benjamin Elijah Toney había estado en una forma espectacular, apuntalando su nombre en la lista de mejores goleadores de la Premier junto a jugadores como Kane y Haaland, anotando 20 goles con el modesto Brentford. Todo hacía prever la inclusión de Toney en la lista de Gareth Southgate para disputar la Copa del Mundo en Qatar.

Para entender el caso de Toney, es fundamental profundizar en las regulaciones de apuestas de la FA. Estas normas se introdujeron en 2014, prohibiendo actividades de apuestas relacionadas con el fútbol en los niveles más altos del deporte, abarcando cualquier evento de fútbol a nivel mundial. En contraste con la normativa anterior en la que sólo se prohibía a los futbolistas apostar en aquellas competiciones en las que sus clubs tomaran parte. Eso sí, aquí es importante destacar que se permite apostar a otros deportes, así como acudir a casinos. La motivación detrás de esta normativa era la de preservar la integridad del deporte y reducir la posibilidad de que los jugadores “amañen” determinadas acciones del juego, como podría ser la búsqueda de la cartulina.

Ivan Toney no es el primer futbolista en infringir estas regulaciones, y probablemente no será el último. Otros jugadores, como Trippier, Sturridge, Caulkier o Joey Barton, también han sido sancionados por la FA, pero sin duda en sus casos no se ha generado tanta controversia. Hay elementos en el caso de Toney; ya sea por el estado de forma en el que se encontraba, por su impacto en la Premier o por la posibilidad de consolidarse en la selección, que ha generado una enorme repercusión. El traspaso a un club de primer nivel, tampoco se podría desechar en caso de no haber recibido una sanción tan tardía como esta.

El propio jugador en la entrevista reconoce que tiene un perfil alto en comparación a casos anteriores, y que es consciente de haber sufrido un castigo ejemplar. Llega a afirmar que a pesar de considerarse una persona fuerte en lo mental y lo físico, pasa horas difíciles cada día. Y al margen de la aspiración de participar en la Copa del Mundo, se le ha hecho verdaderamente duro el aislamiento que ha significado dicha sanción. El estar alejado de compañeros y la no posibilidad de entrenar con ellos. A tenor de esto, hace una reflexión interesante acerca del impacto que este tiempo de no actividad, podría suponer en lo que le quede de carrera.

El goleador del Brentford tras negar en un primer momento haber realizado apuestas, termina por reconocer los hechos tras extraer información de su teléfono y de sus extractos bancarios, no pretendo exculpar ni negar la mayor. Pero hay una serie de factores sociales y culturales que creo deben tenerse en cuenta en este caso.

Sorprendentemente, Toney revela que a lo largo de su carrera nunca ha recibido una educación integral ni apoyo con respecto a la normativa de la FA. Que únicamente en los diferentes clubs que ha estado han ido personas a contar sus experiencias personales con el juego, pero no desde la perspectiva de lo que pueden o no pueden hacer. Señala que se inicia en las apuestas con 15 años por intentar ganar algo de dinero, y en un ambiente en que las apuestas no estaban mal vistas y eran comunes. Y que llegado el momento, se ve con 18-20 años, lejos de su familia, ganando un dinero importante… No deja de parecerle otra cosa más en la que gastar SU dinero como él considere. Que nunca se había parado a pensar en lo negativo de las apuestas o los riesgos que podría estar corriendo, motivado también por el dinero que había empezado a ganar desde muy joven gracias al fútbol.

Una FA en la que sus equipos siguen con publicidad de casas de apuestas, hasta que hagan la transferencia definitiva hacia cryptos, Visit Ruanda o empresas de dudosa actividad empresarial que operan mayoritariamente en Asia. Incluso cuentan con el branding de Skybet en las siguientes divisiones de competición, como la “Skybet Championship,” la “Skybet League 1” o la “Skybet League 2.”

A mi entender el caso de Ivan Toney debe plantear cuestiones sobre la efectividad de las medidas punitivas en esta materia. Ya que como el propio jugador va desvelando a lo largo de la entrevista el apoyo y el acompañamiento durante su suspensión ha sido nulo. Ni se le ha requerido tratamiento a pesar del diagnóstico otorgado por un psiquiatra dentro del marco de la investigación, en la que se señala que Toney es un adicto a las apuestas y que tiene problemas de impulsividad.

Para cerrar la taberna por hoy, está claro que abordar el problema de las apuestas en el fútbol requiere un enfoque multifactorial, y no es tarea sencilla. No basta con sanciones y prohibiciones para evitar que los y las profesionales incurran en estas brechas de la normativa del juego, ya que no son ajenas a la sociedad en la que viven, ni a las alternativas o a los problemas de adicciones que se presentan en la misma.